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Mostrando entradas de agosto, 2015

Yuccies, ¿la evoluación de los Yuppies?

http://www.24horas.cl/noticiarios/reportajes24/yuccies-la-tribu-urbana-que-reemplazo-a-los-hipster-1770158 Bonito, pero el planteamiento es el mismo que utilizó el gobierno militar para hacernos aceptar el sistema neo-liberal: "cualquiera puede tener éxito en este sistema", lo que no se dice es que "cualquiera, pero no todos... de hecho, cualquiera entre muy pocos". El actual modelo de desarrollo económico se sostiene en la desmedida valorización del capital en desmedro del trabajo humano. Esta ecuación siempre dará como resultado, por una parte, la concentración del poder y de la riqueza en pocas manos y, por otra parte, la dependencia (por no llamar esclavitud) en las condiciones de vida de la mayoría de la gente. La única salida que realmente existe para el zapato chino en que estamos metidos como sociedad planetaria, es una re-evolución en el sistema; es un cambio cualitativo, de paradigma, que implica aceptar que el actual sistema no tiene arreglo ni es perfe

Imágenes de la Tierra desde el espacio

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Hermosas imágenes... Una de las cosas que más me conmueve es ver la atmósfera desde la perspectiva del espacio exterior, aquella capa fina, semitransparente, como una aureola, de la cual depende toda la vida en la Tierra y que diferencia nuestro planeta de cualquier cosa que podamos encontrar en distancias que son inalcanzables para el ser humano. Nuestro planeta merece ser amado por cada uno de nosotros. Los seres humanos necesitamos salir del miedo y del egocentrismo; de la violencia que nos esclaviza y que esclaviza a otros; de la ignorancia que nos enceguece. Necesitamos salir del desprecio a los demás que hemos aprendido. Necesitamos liberarnos espiritualmente. Sólo así seremos capaces de apreciar y de agradecer este maravilloso mundo, que día a día nos regala la vida.

1999: Extracto trigésimo Aniversario del Movimiento Humanista

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...Y en esta situación que nos toca vivir reconocemos el triunfo provisorio de la cultura del antihumanismo y declaramos el fracaso de nuestros ideales que no se han podido cumplir. Pero los triunfadores de hoy no tienen asegurado el futuro porque una nueva espiritualidad comienza a expresarse en todo el mundo: no es la espiritualidad de la superstición, no es la espiritualidad de la intolerancia, no es la espiritual idad del dogma, no es la espiritualidad de la violencia religiosa, no es la pesada espiritualidad de las viejas tablas ni de los desgastados valores; es la espiritualidad que ha despertado de su profundo sueño para nutrir nuevamente a los seres humanos en sus mejores aspiraciones. Si hoy tenemos que declarar nuestro fracaso, también tenemos que anunciar a una nueva civilización que está naciendo, la primera civilización planetaria de la historia humana. Y, por tanto, aquellas crisis que sobrevienen y aún sobrevendrán en un futuro próximo servirán, no obstante su infort